Totó Romero recuerda la entrevista de Patricia Verdugo a Lucía Hiriart en la página 228 de el libro "El Siútico":

Nunca voy a olvidar una vez que Patricia Verdugo le preguntó por su impresión sobre una noticia que acababa de salir en esos días. Era sobre niños que vagaban buscando comida en la basura. Lucía le contestó:

"Mire, mijita, los niños, usted sabe, son busquetes, intrusos. A mis nietos les gusta el pan añejo, así que no significa nada".

Ya en proceso de desatarse la Revolución Francesa, se difundió una frase que, supuestamente, había pronunciado María Antonieta. Se contó que, cuando la gente del pueblo, a falta de harina y trigo, fue a Versalles a encararse con ella, ésta habría respondido altaneramente con la frase:

"Que coman pasteles" (Qu’ils mangent de la brioche).



"Para el pensamiento a veces simplista y etiquetador de la izquierda, cualquier desviación de la lana, el gorro de lana, del poncho de lana, del charango de lana era traicionar al pueblo y venderse al proyecto neoliberal. Venderse al proyecto neoliberal es sencillo, lo difícil es que te compren a buen precio.(...) Yo tenía claro que ni los Quilapayunes ni los quincheros le ayudarían a Chile a salir de la trampa dictadura-revolución."

JGT, La fábrica. p 190, acerca del pabellón de Chile en Sevilla

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